el bicho y chewaka

Uno ya no sabe que hacer con el tiempo, tan pronto te cambian la hora porque llega la primavera como nieva ese mismo fin de semana. Cambia la hora, y cambia el tiempo.




El cambio de horario se lleva a cabo dos veces al año y su objetivo es el ahorro energético mejorando el aprovechamiento de la luz solar y se empezó adoptar durante la Primera Guerra Mundial. La existencia de dos horarios diferentes, el horario de verano y otro el de invierno, que conlleva los cambios de hora, se realiza para mejorar el aprovechamiento de la luz solar, y el consiguiente ahorro de energía. La primera vez que se aplicó fue durante la I Guerra Mundial. Luego se olvidó y se volvió a aplicar desde la crisis del petróleo de 1973, a partir de la cual algunos países modificaron su horario oficial, para aprovechar mejor la luz solar, de forma que se consumía menos electricidad. El cambio de horario permite adaptar las actividades humanas al ciclo de luz solar, de forma que se dependa en menor medida de la electricidad. Los detalles difieren dependiendo del país y sufren modificaciones de vez en cuando.

Durante su servicio como enviado extranjero en Francia, Benjamin Franklin publicó anónimamente una carta en 1784 en la que declaraba que los parisinos ahorraban velas levantándose más temprano para emplear la luz solar. Frankin propuso diversas medidas para ahorrar (racionamiento de velas, usar como despertador los cañones y las campanas de las iglesias, etc), pero no propuso cambiar el horario.
El 1905 el constructor inglés William Willett concibió el horario de verano durante un paseo a caballo previo al desayuno, cuando se sorprendió pensando cuántos londinenses dormían durante la mejor parte de un día de verano. Muy aficionado al golf, le disgustaba acortar su recorrido en el crepúsculo. Dos años más tarde publicó su propuesta, pero su idea no se aplicó inmediatamente. Alemania sus aliados, y otras zonas ocupadas fueron los primeros países europeos en emplear el horario de verano, que se aplicó por primera vez el 30 de abril de 1916. Muchos países beligerantes y neutrales de Europa les siguieron (como España), pero Rusia y otros países esperaron al año siguiente, y los Estados Unidos no lo hicieron hasta 1918. Desde entonces y como se ha especificado anteriormente, se han producido muchas propuestas, ajustes y revocaciones.
Los países aliados pusieron en práctica esta idea para ahorrar energía, aunque no fue algo uniforme y se abandonó desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial.
Fue otro problema global lo que produjo que se volviese a instaurar. En este caso se trató de la Crisis del Petróleo. La reducción de barriles de petróleo provocó que los países occidentales adoptaran esta determinación para ahorrar energía.
La principal razón aducida para el cambio horario es la del ahorro de energía, aunque no es la única. Con el adelanto de hora en marzo "ganamos" una hora de luz diurna, también el anochecer se retrasa con lo que el uso de electrodomésticos se reduce de modo que el consumo de energía es menor durante estos meses.
Ante las dudas, l a Unión Europea encargó a la consultora "Research Voor Beleid" un estudio sobre los efectos del cambio horario. Las conclusiones de este informe motivaron que la UE se reafirmase en cambiar la hora.
Por otra parte también existen efectos no tan beneficiosos. El más comentado es la repercusión que tiene en nuestro ciclo orgánico, aunque la mayoría de los expertos opina que se trata de algo temporal hasta que el cuerpo se acostumbra al cambio de hora.

1 comentario:

elprimerhombre dijo...

Muy interesante este artículo del argumento del cambio de horario. La verdad es que el reloj del coche nunca lo modifico y este último cambio me ha ido bien porque tenía la hora adelantada desde Octubre. Un saludo!