Empapado y cabizbajo, hacia ya buen rato que carecía de sentido huir de la tormenta y buscar refugio: la ropa no podía pesar más y el sentimiento de agobio había desaparecido ante la inmensidad del acontecimiento. No había muerto, pero acababa de dejar de ser dueño de su vida. Un día como este debía ser a la fuerza lluvioso.
-bonita metáfora para un hombre que va a ser arrastrado por la marea- Se dijo, mientras guardaba el cuchillo en cualquiera de sus bolsillos.
1 comentario:
Me encanto... y.. 1, 2 y 3...
y.. se quedo mirando al sol...
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