¿Se puede odiar a una empresa privada? ¿Se puede odiar un logo o una idea?
Poco a poco hay empresas que van consiguiendo que una parte importante de la sociedad los odie a muerte, con entre otras cosas, una politicas de comunicación nefastas. Telecinco, con el caso de Pablo Herreros y "La Noria", en la que van a intentar empapelar a aquel que emprendió la iniciativa de pedir a las empresas que no se anunciasen en un programa que pago a la madre del Cuco, aquel que violó y asesino a una chica en Sevilla y se niega a revelar donde esta el cadaver.
El caso es que es un paso más en el desprestigio de la cadena, famosa por unos telediarios truculentos, un programa con bazofia hormonada como "mujeres hombres y viceversa" y un "Salvame" de cuatro horas de duración. Grandes Hermanos, supervivientes... Sólo les falta hacerse con los derechos de Gandía Shore (Todo se andará)
Con el camino que lleva la cadena pronto asaltará el Podium de la SGAE y sus impuestos en conciertos beneficos y teatrillos en colegios de educación especial o los servicios de atención al cliente de las compañias de telefonía móvil con teleoperadoras que no entienden el español de España. El Odiometro esta en marcha.