Ayer Juan Marsé hizo unas declaraciones delante de la nueva ministra de cultura: Gonzalez Sinde exponiendo que el principal problema del cine español no es la piratería, sino más bien la falta de talento.
Y es que sólo hay que echar la vista atrás, a los últimos años, o directamente al 2008 para ver las cutreces torticeras que se han manufacturado en este país en los últimos años, muchas veces, además con subvenciones del estado, que ya tiene narices la cosa.
Después de ver esas listas o el último éxito casi apetece irse a una isla desierta e incomunicada y no saber nada más de cine español durante años. No faltará el tertuliano de turno nombrando a Ámenabar y Almodóvar como autores de éxito, pero es que cada año se estrenan en España unas 200 películas y la gran mayoría son inservible (que no invisibles, ojalá)
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