En lo alto de una montaña habia un viejo sabio que guardaba las frases bonitas que le traía el eco en un cajón. De tanto tiempo que llevaba sin abrirlo se preguntaba si acaso volviese a necesitar guardar algo en él, este se dejaría abrir o permanecería cerrado para siempre, custodiando la paz de unas palabras, que en otro tiempo, y por algún motivo, el coleccionista decidió almacenar, antes que el eco se olvidase de repetirlas.
La llave en el pecho y la paranoia en la mente ¿Y si hartas de su jaula decidiesen escapar?
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