(Sentados en el sofá de casa, la tele esta encendida, pero no se oye)
- ¿Todavia la quieres?
- No, ya no. Todo está olvidado
- Cinco años es mucho tiempo, seguro que a veces aun piensas en ella
- Ya te he dicho que no. Llevo toda la vida equivocandome. Sólo fue un error más.
(Y entonces ella, le suelta la mano, y el gesto de en incredulidad que se aprecia en su cara, se transforma en enojo)
- ¿Yo también soy un error?
(Y comienza la tormenta)