azafrán

Antes, en la comarca del jiloca se recogía azafrán, una flor que sirve para dar color y sabor a paellas y otros platos. La recolección de dicha flor era un trabajo duro y agotador, pues había que recogerlas del suelo con las manos, en un día del año en concreto, el de la rosada, que era el primer dia de otoño que hacia frio de verdad y que provocaba que las flores se abriesen, facilitando el posterior proceso del esbrine, en el cual se arrancaban los estambres y se separaban del resto de la flor, que había que deshechar. Despues de esbrinar habia que poner a secar el azafrán y se guardaba o se vendía en onzas. Lo normal era guardar el azafrán, para poder tener una reserva en caso de necesidad. La sitación de la venta del azafrán fuera de temporada llegó al extremo de que las transacciones se realizaban a escondidas y a altas horas de la madrugada, para evitar los rumores dentro de los pueblos, pues vender el azafrán era señal de necesidad más o menos urgente de dinero. En caminreal y otros pueblos había personas que se dedicaban (no en exclusiva) a la compraventa de Azafrán. Todo esto, ya, se ha perdido.