el tercer tormento

durante la existencia de este blog, os he hablado de dos de los tormentos más curioso de la mitologia griega, el de Tántalo y el de Sísifo. Vamos a completar la trilogia...

" En una oscura noche, en un acto de magnanimidad hacia los hombres, Prometeo subió hasta el Olimpo, entró en el palacio celeste y robó del Carro Solar el fuego, para poder regalarlo a los hombres y que estos pudieran disfrutar de él eternamente, pues nunca se apagaría.
Zeus, que no tardó en darse cuenta del hurto, decidió castigar a Prometeo y le condenó a un espantoso suplicio. Ordenó a Vulcano y a los cíclopes que forjaran una cadena y que amarrasen a Prometeo a la cima de una montaña en el Cáucaso, en el lugar más apartado posible para que no oyera ninguna voz ni viera ningún rostro mortal y sólo pudiera lamentarse y gemir, sin que nadie pudiera verle y consolarle y sin conocer nunca más ni el sueño ni el descanso. Para completar el suplicio, un buitre le devoraba el hígado durante el dia y Prometeo, que no podía morir porque su víscera destrozada siempre volvía a crecer y renacer durante la noche, soportó esos terribles tormentos durante largo tiempo, hasta que Hercules le liberó y le dejó morir.»